Muchos de los conceptos mencionados fueron tomados del libro “Hábitos Atómicos, de James Clear”, ¡que te recomendamos mucho!
Tener metas es necesario. Las metas nos marcan una dirección por la cuál avanzar. Sin ellas, no sabríamos hacia dónde vamos.
Pero… ¿alcanza con simplemente tener metas para poder alcanzarlas?
Digamos que nuestra meta es bajar 10 kilos (o aumentar nuestra masa muscular, o ganar más $, o lo que sea). ¿Qué crees que es mejor? ¿Poner el foco en la meta, o poner el foco en los sistemas (hábitos) que nos van a ayudar a alcanzarla? (En el caso de bajar 10 kilos, estos sistemas podrían ser entrenar 3 veces por semana, seguir una dieta, etc.)
Seguramente, poniendo nuestra energía en los sistemas, la meta llegue a cumplirse más rápido.
Otro tema importante en relación a sólo tener metas, es que muchas veces caemos en la trampa del: “Voy a ser feliz cuando cumpla esta meta”, algo que no es del todo cierto.
Digamos que cumplís la meta de bajar 10kg. ¿Cuánto crees que te dure la emoción de haberlo logrado? ¿Un día? ¿Una semana? Seguramente no más que eso.
¿Y cuánto tiempo tardaste en lograrla? Mucho más tiempo.
La clave acá está en encontrar la forma de poder disfrutar no sólo de lograr esa meta, sino de todo el proceso por el que pasamos hasta lograrla. Y para eso, debemos entender cómo funcionan nuestros hábitos y cómo mantenerlos.
El enfoque tiene que estar siempre en convertirte en la persona que puede alcanzar esa meta, no en la meta en sí misma. Los hábitos no consisten en obtener algo. Los hábitos consisten en convertirte en alguien.
Los hábitos son el camino que conduce a ese cambio de identidad. Nos permiten convertirnos en esa persona capaz de lograr lo que se propone.
Si querés cambiar tus logros, debés cambiar quien sos. Y para eso, debes cambiar lo que hacés.
Para esto (te recomiendo hacer estos 3 pasos por escrito):
1- Decidí 1 o 2 objetivos que tengas.
2- Decidí por qué ese objetivo es importante para vos. Puede ser un sólo motivo o muchos. Este es un paso fundamental. Si no tenemos un “porque” lo suficientemente fuerte, se nos va a hacer más fácil abandonar esa meta. Por el contrario, si ese “porque” es algo importante en nuestra vida, ese va a ser el motivo por el cuál vamos a hacer lo necesario para lograrlo.
3- Después de eso, pensá qué hábitos debés incorporar para lograrlo. Muchas personas creen que les falta motivación para lograr estas metas, cuando en realidad lo que les falta es claridad.
Si tenés problemas para cambiar tu vida, para lograr tus objetivos, el problema no sos vos. El problema son tus sistemas (hábitos).
Te desafío a que apliques estos 4 pasos (si es por escrito mucho mejor) en 1 o 2 hábitos que quieras adquirir.
• PASO 1 / HACERLO OBVIO
Las siguientes son diferentes maneras de hacer que nuestro hábito sea obvio para nosotros, buscando facilitar la tarea de realizarlo:
1- Definir un momento antes o después de alguna actividad que ya hagamos siempre. Por ejemplo, si queremos incorporar el hábito de la lectura, podemos decir “Voy a leer 10 minutos antes de irme a dormir” o “Voy a ir al gimnasio lunes miércoles y viernes después de ir al trabajo”. De esta manera, vinculamos el nuevo hábito a algo que ya hacemos siempre.
2- Diseñar nuestro ambiente. Digamos que quisieras empezar a comer saludable. La mejor forma de hacerlo, es diseñar tu entorno para que se te haga más fácil comer saludable, teniendo en tu heladera sólo alimentos que te hagan bien, y no comprando otros no saludables que te tienten.
• PASO 2 / HACERLO ATRACTIVO
Este punto habla de intentar hacer de este nuevo hábito algo atractivo. Si seguimos con el ejemplo del gimnasio, podrías decirle a un amigo/a que vaya con vos, o premiarte después de entrenar con algo que te guste (siempre y cuando ese premio no se contradiga con el hábito. Es decir, un premio puede ser permitirte mirar 1 hora de TV, pero no puede ser comer una hamburguesa).
La clave está en hacer ese hábito lo más atractivo posible.
• PASO 3 / HACERLO SENCILLO
Este punto habla de hacer que el hábito no sea una carga y sea haga lo más fácil posible. Siguiendo con el ejemplo del gimnasio, podríamos dejar lista la ropa para entrenar desde el día anterior, o simplemente empezar de a poco. Por ejemplo, no empezar yendo a un gimnasio, sino comprometerte sólo a hacer 10 minutos de ejercicio en ti casa. Con el tiempo, podrías ir aumentando este tiempo, y cuando te sientas cómodo/a ahí sí pagar el gimnasio.
• PASO 4 / HACERLO SATISFACTORIO
Una vez que empezamos a ver los resultados de nuestro hábito, este se hará cada vez más satisfactorio por sí mismo, ya que vamos a estar viendo claramente los beneficios del mismo. Para llegar a este punto, es necesario que superemos la etapa inicial del hábito en dónde no vemos tantos resultados, para llegar al punto en el que sí lo hacemos. Igualmente, el haber realizado aquello que nos propusimos, generará una sensación de orgullo y amor propio muy importante.
Somos los únicos responsables de todo aquello que nos pasa.
Nuestra vida depende de la calidad de nuestros hábitos. A la larga, si mantenemos hábitos que nos sirven, vamos a estar en constante mejora. Por el contrario, si mantenemos hábitos que no son buenos, estos nos van a llevar a situaciones que no queremos vivir.
Es muy común darle mucho valor a sucesos grandes que nos marcan, pero poco valor a aquellas mejoras cotidianas. A pesar de esto, la matemática de las pequeñas mejoras funciona de esta manera: si lográs ser 1% mejor todos los días durante 1 año, vas a terminar siendo 37 veces mejor al finalizar ese período. Eso es mucho crecimiento.
(Tomado del libro “Hábitos Atómicos, de James Clear”)
Teniendo esto en cuenta, no importa cuál sea tu situación actual. Lo que importa es si tus hábitos te están llevando hacia dónde te gustaría estar.
Nuestros resultados son los indicadores de nuestros hábitos:
• Tu físico es el resultado de tus hábitos en relación a la comida y el ejercicio.
• Tu situación económica es el resultado de tus hábitos financieros.
• El estado de tu casa es el resultado de tus hábitos de orden.
Escribí tus metas, definí tus sistemas para alcanzarlas, y empezá a ver cómo de a poco vas creando la vida que querés.