Cima Basics

La misión de Cima es crear una comunidad de personas que cada vez que usen nuestros productos, recuerden que tenemos una sola vida y hay que aprovecharla al máximo

Una herramienta que va a hacer que todos tus días sean días productivos: La lista diaria

Establecé primero lo primero.

Cada día, vas a escribir 5 acciones que te propongas realizar. Quizás querés volver al hábito de la lectura, tenés que terminar un proyecto, llamar a una determinada persona, mandar un mail a un socio. Debés tener en claro qué hacer en cada momento. Esto te va a mantener alejado de distracciones no queridas. Se trata de actos simples que nos propondremos realizar para ese día específico, que si los lográs hacer, van a hacer de tu día un día victorioso.

Sólo preocupate por ganar hoy.

Lo que vas a hacer es lo siguiente: cada noche vas a escribir 5 cosas que te proponés hacer el día siguiente. Fijate que estas acciones sean de importancia para vos. La lista puede quedar algo así:

1- Terminar X tarea.

2- Trabajar 3 horas en mi proyecto personal. 

3- Entrenar 1 hora.

4- Leer 30 minutos.

5- Solucionar X problema que vengo posponiendo.

A medida que vayas haciendo estas cosas, vas a tacharlo de la lista. Lo que esto logra, con el correr de los días, es un aumento muy grande en tu confianza. Ver todas esas acciones tachadas, va a generar una gran sensación de bienestar con vos mismo. Sumado a esto, y MUY importante, te ordena el día y te marca prioridades.

LECCIONES DE VIDA x CIMA BASICS

Sé Proactivo

En la vida, podemos ser de dos maneras: Reactivos o Proactivos.

Si somos reactivos, nos manejamos respondiendo a estímulos externos permanentemente, sin tener control sobre lo que hacemos.

Si somos proactivos, nuestras decisiones están tomadas por nuestra propia iniciativa, y no por lo que pasa a nuestro alrededor. Tomamos la completa responsabilidad de nuestra vida.

Pensalo por un segundo, ¿crees que sos reactivo o proactivo en tu vida?

Este es uno de los hábitos recomendados en el libro: “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” – Stephen R. Covey”

Agradecer es el arte de atraer cosas buenas

Ser agradecido es esencial para apreciar y disfrutar plenamente la vida. Agradecer lo que somos, lo que conseguimos, lo que tenemos, las personas que nos rodean, etc.

Muchas veces vivimos la vida sin prestar atención a las pequeñas cosas buenas que nos pasan, o poniendo mucho el foco en lo negativo.

Sin embargo, si pensás un poco, vas a ver la cantidad de cosas positivas que hay en tu vida. Es fundamental re educarnos para aprender a pensar en positivo y ver todo lo bueno que vivimos cada día.

Te desafío a que reserves un momento todos los días a valorar todo lo bueno que hay en tu vida, ¡que seguramente es mucho!

La verdadera felicidad está en el viaje, no en el destino

Cuando una persona se propone una meta u objetivo, espera que ese objetivo una vez cumplido venga cargado de una recompensa emocional gigante, y que además produzca un beneficio permanente en nuestras vidas.

Lo que comparten las metas en común, es que todas requieren de dedicación, tiempo y energía para lograrlas.

Ese tiempo que transcurre, entre que nos propusimos una meta, diseñamos los métodos para lograrla y lo logramos, es lo que llamamos el proceso.

Si no disfrutamos de los procesos, no vamos a disfrutar de la vida. Estos procesos son los que demandan la mayor cantidad de nuestro tiempo, y tenemos que ser capaces de pasarla bien mientras duran! 

Una excelente manera de hacer esto, es entendiendo que este esfuerzo que estamos poniendo, nos va convirtiendo de a poco en mejores personas, ya que implica un crecimiento personal hasta haber logrado nuestro objetivo. Entendiendo esto y siendo conscientes de esta mejora continua a la que nos estamos sometiendo, va a ser más fácil el poder disfrutar del proceso.

Los obstáculos están para sobrepasarlos y mejorar

En toda acción que queramos emprender, pequeña o grande, fácil o difícil, existen obstáculos.

Los obstáculos forman una parte importante de nuestra cotidianidad y nos permiten mejorar día a día. Debido a que nos ofrecen resistencia, son precisamente los que nos hacen fuertes, siempre y cuando no desistamos ante ellos, y más bien los aprovechemos al máximo.

Si todavía no logramos lo que nos propusimos, es debido a que todavía no estamos lo suficientemente preparados para recibirlo. Es por esto que hay que hacer cosas que no nos gusten, que nos den miedo, o cosas en las que tenemos puntos débiles para fortalecer la voluntad y poder superar cada vez mayores obstáculos.

Sabiendo esto, hay que ver cada obstáculo como una nueva oportunidad de mejorar un poco más como personas, ya que sin ellos nunca avanzaríamos en nuestras vidas!

Nuestra autoimagen define cómo somos

Nuestra imagen de nosotros mismos, va a definir cómo nos mostramos al mundo. 

No somos libres hasta que dejemos de hacer las cosas para ser aceptados y seamos quienes realmente queremos ser.

Sabiendo esto, es muy importante que la manera en la que nos percibimos a nosotros mismos, sea positiva en todo aspecto de nuestra vida. De esta manera, vamos a ir construyendo una personalidad y un carácter a partir de esta idea mental que tengamos sobre nosotros.

Por ejemplo, si te autodefinís como una persona tímida y crees que eso te juega en contra, empezá a pensar sobre vos mismo cómo una persona extrovertida. Cada vez que estés con gente, pensá en vos mismo de esta manera, y vas a ver cómo de a poco te vas a ir convirtiendo en esa imagen personal que te estás creando.

Definí tus metas claramente y escribilas

¿Sabías que una de las principales razones por la que las personas no cumplen sus metas es porque no las pueden mantener en sus pensamientos? Lo que no te podés acordar, va a estar fuera de tus pensamientos. Y si no está en tus pensamientos, no vas a hacer nada para lograrlo.

De acuerdo a diversos estudios realizados, un 92% de las personas que se proponen metas a principio de año no logran cumplirlas.

Las personas tendemos a olvidar. Sumado a esto, existen demasiadas distracciones en las que nos vemos sumergidos todos los días, desde la televisión hasta las redes sociales. Esto nos distrae de lo que es realmente importante.

Escribir una meta es fácil, y se convierte en un paso fundamental para ser conscientes de ella. Si queda por escrito está ahí, nos comprometimos al escribirlo, tenemos una especie de pacto con nosotros mismos. Si no son puestas por escrito, el tiempo elimina el recuerdo de lo que nos propusimos. Ver tus metas escritas tiene un gran poder en tu mente. Aquellos que las ponen por escrito logran realizarlas de una manera mucho mayor que aquellas personas que no lo hacen.

El grado de éxito a la hora de alcanzar una meta está determinado por el grado de compromiso con la meta. Al escribirla aumentamos este grado de compromiso, lo que nos lleva a mayores posibilidades de éxito. Así de sencillo es este mecanismo. Es por esto que también es importante releer nuestras metas por lo menos una vez a la semana.

“Nada sucede, no se da ningún paso adelante hasta que se ha establecido una meta. Sin ellas, los individuos se limitan a viajar por la vida. Se deslizan a lo largo, nunca saben a dónde están yendo y así nunca consiguen ir a ninguna parte. Las metas son tan esenciales al éxito como el aire lo es a la vida. Nunca nadie tropieza con el éxito sin una meta. Nadie vive nunca sin aire.” – Libro “La Magia de Pensar en Grande”

Siempre hacé lo máximo que puedas

“Nada -absolutamente nada- en esta vida produce más satisfacción que saber que uno se halla en el camino del éxito y la realización. Y nada levanta el ánimo tanto como una mayor exigencia de hacer el máximo de sí mismo.” Libro “La magia de pensar en grande”

¿Alguna vez sentiste que podías haber hecho más de lo que hiciste en determinada situación? ¿Que tiraste la toalla demasiado temprano? ¿Qué te rendiste a mitad de camino o que abandonaste la tarea antes de empezar?

Dar el máximo esfuerzo en todo va a permitir que seas de los “pocos que hacen” en lugar de los “muchos que hablan”.

Puede que fracases más, pero vas a lograr más, vas a aprender más y vas a recorrer el camino a un paso más acelerado.

Lo cierto es que si yo no hago las cosas bien, no se van a arreglar solas, ni van a dejar de ser algo a medias para transformarse en algo completo.

Si realizamos nuestro mejor esfuerzo vamos a evitar que nuestro juez interior nos cuestione «no hiciste lo mejor que pudiste».

Esta idea, es uno de los acuerdos dentro del libro “Los Cuatro Acuerdos”, un libro que te recomiendo mucho.

Nunca hagas suposiciones

“Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan, nos lo tomamos personalmente y después los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras”. En esta pequeña catástrofe de todos los días, “acabamos haciendo un gran drama de nada” – Libro “Los Cuatro Acuerdos”

Ante cualquier duda, sacatela preguntando. Pero nunca hagas suposiciones sobre nada. Suponer es mentirte a vos mismo sobre algo.

La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegurate de que las cosas te queden bien claras. Cuando ya no hagas suposiciones, tus palabras van a ser impecables. Tu manera de comunicarte va a cambiar completamente y tus relaciones ya no van a sufrir más a causa de conflictos creados por suposiciones equivocadas.

Se impecable con tus palabras

A veces, usamos las palabras y transmitimos emociones negativas: para expresar enojo, celos, envidia y odio. Mucha gente habla cosas malas de los demás, y al hacerlo, lo hace de sí mismo. Es algo normal escuchar a las personas hablar mal de los demás al juzgarlos.

Nunca te hables o pienses mal de vos mismo ni de otros, no a los chismes, siempre decir la verdad, las palabras dicen todo de nosotros mismos, nos pueden hundir como nos pueden hacer lograr todo lo que queramos.

Pensalo realmente por un segundo, ¿que le aporta a tu vida hablar mal de los demás? (o de vos mismo).

Rodeate de gente positiva

Rodeate de gente que te haga bien y no te tire para abajo. Las personas que te rodean de manera habitual influyen directamente en tu forma de ser y de estar en el mundo, aumentando (o no) tu bienestar y la calidad de tu vida en general.

Una actitud positiva es fundamental para ser felices y tener éxito en la vida. Y rodearte de personas así es fundamental para conseguirlo. Está demostrado que el entusiasmo y el optimismo se contagian y se produce un efecto motivador a diferentes niveles.

La parte difícil de esto, es dejar de lado a las personas que no son una buena influencia en tu vida. Quizás son amigos o familiares y no es fácil dejar de relacionarnos con ellos. Lo que tenés que tener en claro es en qué medida te están tirando para abajo, y siempre ponerse a uno mismo como prioridad en estas situaciones.

Pensalo por un momento, ¿crees que tu círculo de personas te ayuda a seguir adelante o te tira para abajo?

La perseverancia diferencia a la gente que le va bien de la gente que no llega a nada

Cuando somos perseverantes nos sobreponemos al cansancio, los contratiempos y la frustración con la ilusión de acercarnos a un sueño, de hacer realidad una meta en particular. Todos nuestros esfuerzos son válidos, ya que conocemos el valor de lo que deseamos.

Y esta parte es muy importante. Sólo vamos a perseverar si aquello que nos propusimos es algo que valga mucho la pena para nosotros.

La persona perseverante no conoce límites, ya que donde todos ven una ventana cerrada, ella ve una oportunidad latente y trabaja muy duro para conseguir lo que desea.

¿Hay algo en lo que te esté costando perseverar hoy? ¡Acordate por qué lo estás haciendo y permití que ese pensamiento te dé la fuerza para seguir!

¿Cómo puedo hacerlo mejor?

Kaizen: “Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy” 

Es una filosofía que da por sentado que siempre es posible mejorar, incitando a dar un paso adelante cada día, por insignificante que este nos parezca, logrando así grandes cosas que nos van a acercar a nuestras metas, con un proceso que contribuye poderosamente al despertar de la consciencia al mejoramiento, adquiriendo hábitos ganadores.

Puede ser algo tan sencillo cómo aprender algo nuevo que te haga mejor en tu trabajo, leer un libro de desarrollo personal, o cualquier cosa que te haga un poco mejor. Si todos los días aplicamos esto, ¡imaginate el crecimiento personal que podemos lograr!

¿Crees que aplicas esta filosofía en tu vida?

Viví el momento presente

Dicen que dedicamos únicamente un 30% de nuestro tiempo a vivir de forma plena el momento presente.

Es bueno recordar momentos que nos hicieron felices, y visualizar situaciones ideales para nosotros. Sin embargo, el problema principal ocurre cuando nunca logramos ser felices con el momento presente.

Es habitual que las personas pasen tiempo imaginando que van a ser felices cuando logren tener una vida estable; cuando tengan dinero suficiente para viajar; cuando encuentren pareja; cuando tengan un hijo; cuando consigan un buen trabajo o un ascenso en el suyo.

No es negativo o malo tener objetivos que sabemos que al conseguirlos nos van a dar energía positiva; el problema es pensar equivocadamente que nuestra felicidad solo depende de la consecución de estos objetivos.

¿Por qué es importante vivir en el momento presente?

El presente es la única realidad que tenemos a nuestro alcance; mientras que el pasado ya quedó atrás y el futuro está por llegar.

No podemos ser felices, si no lo somos en el momento presente.

El mayor riesgo en la vida es no correr ningún riesgo

Uno de los peores lugares para estar como ser humano es en la zona de confort, ya que estar ahí te priva de muchas oportunidades que disfrutarías si decidieras arriesgarte y probar cosas nuevas.

Arriesgarse a hacer algo que nunca hiciste es aterrador por el miedo a lo desconocido. No importa cuán calculado sea el riesgo, siempre hay una posibilidad de que falles. Este probable fallo puede evitar que muchas personas lo intenten. 

La verdad es que indiferentemente de si te arriesgas y fracasas o tenés éxito, siempre vas a aprender lecciones valiosas. Esto significa que realmente nunca vas a fallar si haces algo nuevo en tu vida. 

Fallar es evitar correr el riesgo. Fallar es quedarnos siempre en la misma situación, por miedo a que pueda pasar.

Nada va a cambiar, a menos que vos cambies

Los resultados que obtenemos, son el reflejo perfecto de nuestra persona.

Para mostrarlo mejor: digamos que podemos puntuar nuestras capacidades y también los resultados que queremos lograr, en una escala de 1 a 10.

Si quisiéramos obtener resultados de nivel 8, pero nuestras capacidades están en un nivel 5, todavía tenemos mucho por mejorar nosotros mismos para poder alcanzar ese nivel!

Para lograr resultados grandes, primero tenemos que ser grandes nosotros mismos.

Nada va a cambiar, a menos que vos cambies. Nada va a mejorar, a menos que vos mejores.

No esperes más

Seguramente haya algo que quieras hacer y que estés posponiendo. Esperando que pase tal cosa para poder empezar.

Esperando que la situación sea ideal.

En ese caso, tenés que saber que siempre vas a encontrar un “algo más” que falta, y esa situación ideal no llega nunca.

Sea lo que sea que quieras arrancar, empezá por donde estés, pero empezá. No hay sensación que te vaya a reconfortar más que el hecho de haber empezado eso que te propusiste.

“El error más grande que comete la mayoría de la gente es esperar que la sensación de miedo disminuya o desaparezca antes de estar ellos dispuestos a actuar. Esta gente, por lo general, espera toda su vida” – Libro Los Secretos de la Mente Millonaria

Vos elegís qué sacrificar

Si querés lograr algo y estás poniendo todo de vos para lograrlo, una vez que lo logres, el sacrificio ya va a estar hecho.

Si querés lograr algo, pero no te estás esforzando para que suceda, el sacrificio va a estar en el hecho de seguir en la misma posición que antes, cuando te podrías haber esforzado para estar en una situación mejor.

¡La decisión es tuya!

Mirá a las personas a los ojos

Aunque para algunos resulte intimidante, establecer un contacto visual directo es una muy buena práctica.

Mirando a la otra persona a los ojos, estás diciéndole:

Creo en lo que le digo.

No tengo miedo.

Soy confiado.

Estás siendo respetuoso, si es que la otra persona está hablando.

Es una forma de crear relaciones sociales más saludables.

Asique cada vez que hables con alguien, ¡acordate de implementar el mirarlo a los ojos!

La ley de la atracción

La ley de atracción ha sido desvirtuada, haciendo creer a infinidad de personas con ganas de generar cambios que, con el mero “pensamiento positivo”, uno podría conseguir todo lo que desee; y no es así.

En parte, La Ley de la Atracción se fundamenta en la idea de que el Universo está formado por vibraciones (altas y bajas / positivas y negativas) y que el poder de tu pensamiento puede afectar al mundo exterior.

Para ponerla en práctica, son necesarias 3 cosas:

Identificar, tener en claro que es aquello que queremos lograr. 

Atención, darle atención a aquello que queremos lograr (y no menos importante, SENTIR que eso ya es parte de nuestra vida). Esto se puede hacer simplemente visualizando aquello que queremos que suceda.

La única razón por la que no todos viven en abundancia, es simplemente porque piensan que no son capaces de lograrlo. Permanecen escondidos detrás de las excusas y no hacen nada para cambiar su realidad. El 3er paso, es remover toda duda de que no podés lograr aquello que querés.

Para iniciarte en este mundo, te recomiendo el documental “El Secreto” (está en Netflix).

No te podés permitir ni un solo pensamiento negativo

Puede sonar a un ideal muy difícil de lograr, pero a eso hay que apuntar. 

Nuestra cabeza tiende más a ver el lado negativo que el lado positivo de las cosas, y esto es algo que nos hace mal.  Siempre mirar el lado bueno de las cosas.

“Si cuidas de tu mente y la riegas y nutres como si fuera un fértil jardín, florecerá de manera esplendorosa, pero si dejas que crezcan las malas hierbas y la descuidas, nunca podrás alcanzar la armonía interna.”

“No puedes permitirte el lujo de tener pensamientos negativos. Para vivir una vida de máxima plenitud hay que dejar que entre en el jardín sólo la información más selecta y positiva. El resto, debe ser rápidamente filtrada.”- Libro “El Monje que vendio su Ferrari”

“Sépalo usted, no habría necesidad de mis servicios si la gente hiciera sencillamente una cosa”. -¿Cuál es ella? -Preguntó con avidez. -Simplemente esto: destruir sus pensamientos negativos antes de que tales pensamientos se conviertan en monstruos mentales – Libro ”La Magia de Pensar en Grande”

La calidad de nuestra vida está determinada por la calidad de nuestros pensamientos.

Empezá con un fin en mente

Para poder avanzar en la vida, es necesario saber hacia dónde nos dirigimos.

Sería imposible llegar a un lugar si no sabemos dónde queda.

Siempre que empieces algo, pensá en esto. ¿A dónde me gustaría llegar con esto?

También te va a hacer pensar si eso que estás haciendo, es realmente lo que querés.

Este es uno de los hábitos recomendados en el libro: “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” – Stephen R. Covey”

Pensá en Ganar – Ganar

Siempre que emprendas o vayas a hacer algo, pensá en qué valor le estás aportando a los demás.

Por ejemplo: si arrancas un emprendimiento, enfocate principalmente en la manera en la que estás aportando valor. Por un lado, vas a estar mejorando la vida de las personas involucradas en ese negocio, y como consecuencia, tus beneficios van a aumentar.

Otro ejemplo, sería en el caso de que trabajes a la par con otras personas. El hecho de tomar acciones que impulsen a todo el equipo, y no sólo a vos, va a tener un impacto positivo no solo en el resto de las personas (porque las estás priorizando) sino también en vos mismo, ya que tus relaciones, la confianza del resto para con vos, y tus capacidades cómo líder van a mejorar.

Este es uno de los hábitos recomendados en el libro: “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” – Stephen R. Covey”

Afila la Sierra

Este concepto tomado del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, habla de la mejora constante en los 4 aspectos más importantes de nuestra vida: aspectos físico, mental, social y espiritual.

Comienza contando un cuento: “Suponga el lector que se encuentra con alguien que trabaja febrilmente en el bosque cortando un árbol con una sierra. ¿Qué está usted haciendo?, le pregunta. ¿No lo ve?, responde él con impaciencia, estoy cortando este árbol. ¡Se le ve exhausto!, exclama usted, ¿cuánto tiempo hace que trabaja? Más de cinco horas y estoy molido, esto no es sencillo. ¿Por qué no hace usted una pausa durante unos minutos y afila la sierra?, pregunta usted. Estoy seguro de que cortaría mucho más rápido. No tengo tiempo para afilar la sierra, dice el hombre enfáticamente, estoy demasiado ocupado aserrando”

Una metáfora con la que empieza el capítulo, en el que el autor trata de representar la importancia de renovarse.

  • La dimensión física implica cuidar el cuerpo, comida, descanso y ejercicio físico.
  • La dimensión espiritual se refiere al centro de valores, al núcleo de cada persona. A juicio del autor el cuidado de esta área tiene que ver con la meditación, con la literatura o con la música.
  • La dimensión mental se relaciona con la educación. Dice “abandonamos la lectura seria, no exploramos con profundidad temas nuevos que no se refieran a nuestro campo de acción, dejamos de pensar analíticamente y de escribir. En lugar de ello pasamos el tiempo viendo televisión”. Por ello que el cuidado mental implica educación continua sea formal o informal, literatura de calidad, escribir, organizar y planificar.
  • Y, la dimensión social. Según el autor también es crucial “hacer ejercicio” social – emocional, en cuanto a nuestra relación con los demás y nuestras habilidades emocionales.

Prestá atención a tus creencias

Hechos e interpretaciones. De esas dos cosas está compuesto todo lo que pensamos y decimos.

Los hechos son cosas que podemos comprobar. Son como son.

El tema, son las interpretaciones. Lo que pensamos o decimos de determinados temas (o que a veces nos decimos a nosotros mismos, películas mentales que nos hacemos).

Muchas veces, creemos que algo es así sin replantearnos realmente por qué es que pensamos lo que pensamos. Por ejemplo, si hay gente que te dijera que sos una mala persona, vos podrías llegar a creer que tienen razón. El problema con esto, es que posiblemente no sea así, y el hecho de que vos interpretes que es real te perjudica!

Ser capaz de poder ver estas creencias en tu vida, y cambiarlas, te va a permitir cortar con ciertos pensamientos que te limitan.

Enfocate en ser superior a tu antiguo yo

No hay nada noble en querer ser superior a otras personas.

La verdadera nobleza radica en ser superior a tu antiguo yo.

Cada día un poco más.

Conocete a vos mismo

Concentra hasta el último gramo de tu energía mental en descubrirte a vos mismo.

En qué te destacás.

Que te hace feliz.

Si todavía no sabés que te gusta hacer, te recomiendo que vayas probando de todo un poco!

Esto lo podés lograr interiorizandote en temas que te interesen, leyendo de eso, mirando videos del tema, haciendo cursos. Cualquier cosa que te haga adentrarte en el tema para ver si realmente te gusta!

Prioriza las satisfacciones a largo plazo

La gente que experimenta más felicidad, está dispuesta a renunciar a un placer a corto plazo a cambio de una satisfacción duradera a largo plazo.

Esto está relacionado al hecho de que muchas veces perdemos nuestro tiempo en cosas que no nos van a llevar a ningún lado, sin tener en cuenta las cosas que podemos hacer para avanzar en la vida y ser mejores.

No es que esté mal tener nuestros momentos de ocio. Lo que hay que revisar es en qué medida hacemos estas cosas.

Hacé ejercicio físico

Todos sabemos los grandes beneficios del ejercicio físico. Algunos de ellos son:

Ayuda a combatir enfermedades, mejora el humor, permite controlar el sobrepeso, aumenta la energía, ayuda a dormir mejor, fortalece nuestro cuerpo, nos permite llegar mejor a la vejez, etc.

Si no incorporaste este hábito a tu vida, ¡todavía estás a tiempo de hacerlo! Podés empezar de a poco, saliendo a caminar 3 veces por semana.

Nuestro nivel de salud, impacta directamente en nuestra calidad de vida, y el los otros ámbitos de la misma (trabajo, relaciones, etc.)

Antes y después de dormir

Asegurate que los 20 minutos antes de dormir y los 20 minutos después de levantarte, los dediques a tener pensamientos positivos y a actividades que te relajen.

Estos dos espacios de tiempo son claves para poder dormir bien, y para empezar bien el día.

Dejá el celular, agradecé por todo lo que tenés, lee, o simplemente relajate sin pensar en las cosas que tenés que hacer. Ya vas a tener tiempo para eso durante el día.

Ejercita tu voluntad

Ejercitar tu voluntad es algo clave a la hora de proponernos objetivos y cumplirlos. Sin una voluntad fuerte, no vamos a llegar muy lejos.

Sabiendo esto, ejercitala cada vez que puedas. Puede ser con cosas muy sencillas cómo hacerte la cama, hacer algo que venís posponiendo, ayudar a alguien, o cualquier cosa que implique un esfuerzo de tu parte.

No permitas que te roben el tiempo

La asertividad es la capacidad del ser humano para relacionarse y comunicarse con otras personas, respetando los derechos de uno mismo y de los demás.

Es necesario aprender a establecer límites, para tener el control de la propia vida, evitando ceder ante manipulaciones y chantajes emocionales.

Así, cuanta más asertividad se demuestre, mayor será la seguridad que uno mismo desarrolle.  ¿Cómo es una persona asertiva? Es alguien que sabe expresar sus deseos de una forma amable, directa, honesta y educada.

Muchas veces, viene un amigo, un familiar, un compañero de trabajo y nos ofrece hacer algo. Quizás no es lo que más ganas tenemos de hacer, pero para no quedar mal le decimos que sí.

Estas situaciones se dan mucho en la vida diaria, y nos hacen perder mucho tiempo.

Tenemos que aprender a decir que NO. No es que siempre tengas que decir que no, para nada. El punto está en no caer siempre en el sí para quedar bien. En estos casos, es muy importante priorizar nuestro tiempo y saber decir que no ante algunas propuestas.

No puedo vs Cómo hago

“No puedo darme ese lujo” vs. “¿Qué puedo hacer para darme ese lujo?”

El hecho de decir que no podés algo, ya te está limitando de entrada.

Si en vez de eso, cada vez que crees que no podés algo, decís “¿Qué puedo hacer para obtener esto?”, te estás permitiendo la posibilidad de hacerlo o tenerlo.

Tu cabeza, al plantearte esto de esta nueva forma, empieza a pensar maneras para lograr eso que te propusiste, ya que ahora no te estás limitando con un “no puedo”.

Te propongo que reemplaces cada uno de tus “no puedo” con un “¿cómo hago?”.

Salí de tu papel de víctima

Una definición de esto sería: El rol de víctima funciona como un mecanismo de protección ante síntomas de miedo o ansiedad. Se trata de un modelo de evitación donde la persona prefiere no afrontar la responsabilidad de sus acciones ya que no se sienten preparados para el fracaso, y acaban proyectando esa culpa hacia factores externos.

Muchas veces nos justificamos diciendo que no podemos hacer tal cosa porque alguien o algo nos lo impide, y terminamos cayendo en este papel.

Para evitar esto, hay algunas cosas que podés hacer:

  • Analizate. Intenta ver por qué te comportas desde una posición de víctima, no pongas la responsabilidad en el otro.
  • Analiza el entorno. ¿Alguien logró esto que yo me estoy proponiendo hacer? Te aseguro que si.
  • Responsabilizate. Hacete cargo de tus acciones.
  • Empoderate. Sabé que sos capaz de mucho más de lo que vos pensas
  • Conocete.

La regla del 10X

Concepto tomado del libro “The 10X Rule” por Grant Cardone.

El libro dice que para tener éxito en la vida la regla de oro consiste en multiplicar por diez todas las metas que tengamos y los esfuerzos y acciones que realizamos para alcanzarlos.

Con esta idea en mente, incluso si no llegamos a alcanzar estos objetivos 10 veces mayores, es muy probable que lleguemos al objetivo que antes nos habíamos propuesto.

Los 6 principales consejos del libro «The 10X Rule» son:

1- Multiplica por diez tus esfuerzos.

2- Alcanza tu máximo potencial.

3- Toma acción masiva.

4- Elegí metas que te importen.

5- Obsesionate con tus objetivos.

6- Mantené tus emociones bajo control.

Cree en vos

Creer en vos mismo es lo que te hace falta para iniciar el camino que te va a llevar a conseguir lo que quieras. No hay mayor seguridad ni mayor nivel de confianza que el que te aportas a vos mismo.

La confianza en uno mismo es vital. Pensá en cuántas cosas dejaste de hacer por no confiar en lo que eras capaz, o al menos, de intentarlo.

7 formas para lograrlo:

  1. Visualizate como lo que querés ser.
  2. Todos los días hacé una cosa que te dé miedo.
  3. Cuestioná tu autocrítica.
  4. Preparate para ganar. Empezá poniéndote objetivos chicos que puedas ganar fácilmente.
  5. Ayudá a alguien más.
  6. Preocupate por vos mismo. Es difícil sentirte bien con vos mismo si odias tu físico o si tu energía siempre está baja.
  7. Crea barreras personales. Aprendé a decir que no.

Si estás haciendo lo que siempre hiciste, no esperes resultados diferentes

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” – Albert Einstein

Si lo que hice hasta ahora no funciona ¿para qué seguir haciendo lo mismo? Casi siempre por comodidad. Nos acostumbramos a actuar así y no queremos cambiar porque el cambio cuesta. Es más fácil quejarse. Cambiar supone un gran esfuerzo porque se tiene que desaprender lo aprendido a través de muchos años.

Si pensas que la formación personal es cara, probá con la ignorancia

Si pensas que la formación personal es cara, probá con la ignorancia.

Comprar un libro, adquirir un nuevo curso, pagar una capacitación, todo tiene su precio, quizás hasta te parezca elevado. Pero te aseguro que siempre, si el libro o la formación valen la pena, más caro te va a salir el hecho de no poseer esos conocimientos.

No poder aplicarlos en tu trabajo, en tu negocio, en tus relaciones. Sin esos conocimientos, no vamos a poder avanzar y mejorar en nuestra vida!

Por este motivo te recomiendo que siempre te estés capacitando.

Con libros, cursos, formaciones. Incluso hay mucho material gratuito, cómo podcasts o videos en youtube sobre el tema que te imagines.

Actividad vs. Productividad

“Recuerda que el trabajo bien hecho hace bien al que lo realiza, lo convierte en un hombre mejor.” – Libro “El Hombre más Rico de Babilonia”

Existen dos formas de hacer nuestro trabajo. Podemos hacerlo por hacerlo, simplemente para cumplir. O podemos dar todo de nosotros para que se haga de la mejor forma posible.

Si lo hacemos de la primer manera, nos vamos a sentir cada vez peor con nosotros mismos, porque sabemos muy bien que damos para mucho más.

Si lo hacemos de la segunda, el hecho de saber que estamos dando todo de nosotros, nos va a hacer sentir muy bien, y nos va a convertir cada vez en mejores personas.

Esto se hace haciendo lo que te gusta, y buscando hacer eso cada vez mejor!

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Partes del libro “¿Quién se ha llevado mi queso?”

“Se dio cuenta que sus temores no hacían sino empeorar las cosas. Así pues, hizo lo que haría si no tuviera miedo. Echó a caminar en una nueva dirección.”

“Haw siguió pensando en lo que podía ganar, en lugar de detenerse a pensar en lo que perdía. Se preguntó por qué siempre le había parecido que un cambio le conduciría a algo peor. Ahora se daba cuenta de que el cambio podía conducir a algo mejor.”

“Antes incluso de encontrar lo que confiaba fuese una gran provisión de Queso Nuevo, si es que la encontraba alguna vez, ya sabía que no era únicamente el tener Queso lo que le hacía sentirse tan feliz. Se sentía feliz por el simple hecho de no permitir que el temor dictaminara sus decisiones. Le gustaba lo que estaba haciendo ahora.” 

El miedo es algo que todos tenemos, y hay que verlo como algo positivo. El hecho de tenerle miedo a algo, implica un reto a superar, una oportunidad de crecer.

Pensá, ¿a qué le tenés miedo?

No le rindas culto al líder

Está bien respetar al líder. Hay que hacerlo

Aprender de él. 

Observarlo.

Estudiarlo. 

Pero no rendirle culto.

Tenemos que creer que podemos ser mejores.

Puede parecer tremendamente grande, tremendamente importante. Pero acordate que es un ser humano con los mismos intereses, deseos y problemas que vos.

El hecho de rendirle culto, como si fuese superior, solo logra tirarnos para abajo, con una sensación de inferioridad.

Dejá de pensar ‘debí haber empezado hace años’

Dejá de pensar ‘debí haber empezado hace años’.

Esto es pensar en el fracaso.

En lugar de eso tenés que pensar ‘voy a empezar ahora, mis mejores años están frente a mí’. 

Este es el modo con que piensan las personas afortunadas.

Digamos que tenés 50 años, y queres hacer un cambio grande en tu vida, o empezar un proyecto nuevo. Sabés que hacer esto te va a hacer mucho más feliz, porque es lo que te gusta. 

¡Todavía tenés un montón de años por delante! El momento de hacerlo es ahora.

Vos elegís. Si lanzarte a hacer esto que te gustaría, o seguir haciendo algo que no te hace feliz durante muchos años más.

Mantené una buena postura

Tu postura condiciona tu conducta.

Nuestra manera de comportarnos –las expresiones de la cara, las posturas, la respiración‒ influyen sin duda en nuestros pensamientos, sentimientos y conducta. El cuerpo influye en la mente, favoreciendo o entorpeciendo nuestra capacidad para sacar lo mejor de nosotros en los momentos cotidianos y en los más difíciles.

Las posturas expansivas denotan alegría, confianza y sensación de poder.

Para aplicarlo, echá para atrás tus hombros y levantá la cabeza.

Al caminar, hacelo un poco más rápido que de costumbre y vas a sentir cómo crece la confianza en vos mismo.

Elogiá las cosas buenas de los demás

“El elogio, sinceramente administrado, es una herramienta de éxito. ¡Úsela! Una vez, y otra, y otra. Cumplimente a la gente sobre su aspecto, su trabajo, sus realizaciones, sus familias.” Libro La Magia de Pensar en Grande.

A menudo, en los diferentes ámbitos de nuestra vida, la tendencia hacia lo negativo es muchas veces mayor. Los errores cometidos por la persona que tenemos delante son más fácilmente detectados y se destacan mucho más que lo positivo.

Esta mala costumbre de centrarnos en lo negativo es un camino que no nos lleva a buenos resultados, si no que termina afectando negativamente tanto al que lo dice como al otro.

La otra alternativa consiste en prestar atención a las cosas positivas que realiza la otra persona, lo que nos gusta de ella. El elogio genera calidez y unión en los vínculos con los demás y nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos, tanto a la persona que lo recibe, como a la que lo da.

Un buen elogio de tu parte puede cargar de energía a alguien cercano. La persona elogiada se va a sentir más a gusto con vos y va a estar agradecida.

Antes de discutir preguntate, ¿es realmente importante?

Antes de quejarte, acusar o lanzar un contraataque en defensa propia, preguntate: “¿es realmente importante?” En muchos casos, en la gran mayoría, no lo es.

Hacete las preguntas:

¿Es realmente importante?

¿A dónde quiero llegar con esta conversación?

Muchas veces, nos ponemos en una postura de ataque que sabemos que no va a mejorar la situación, pero por un tema de orgullo igualmente damos rienda suelta a estas actitudes.

Es preferible dejar de lado el orgullo a dañar un poco esa relación!

Cree que puede ser hecho

Cree que puede ser hecho.

Para hacer cualquier cosa debemos creer primero que puede ser hecho. Creer que algo puede ser hecho sitúa la mente en movimiento para encontrar cómo hacerlo.

Cuando crees que algo es imposible, tu mente va a trabajar para probarte por qué. Pero cuando crees, realmente crees, que algo puede ser hecho, tu mente va a trabajar para encontrar los medios de hacerlo.

Eliminá la palabra imposible de tu pensamiento y tu vocabulario. Imposible es una palabra de fracaso.

Cuando crees, tu pensamiento encuentra las formas de hacerlo.

No dejes escapar sus ideas

No dejes escapar sus ideas.

Si te surge una idea, escribila en el acto. 

Cada día multitud de buenas ideas nacen sólo para morir rápidamente a causa de que no las escribimos en algún lado.

La memoria es débil a la hora de recordar todas estas ideas que nos surgen durante el día.

Ya sea en una libreta, o en las notas del celular, nunca dejes pasar tus ideas!

Pensá que tu trabajo es importante

“Hay una historia que se cuenta a menudo acerca de las actitudes en la faena de tres colocadores de ladrillos. Es clásico, nos permitimos repetirla una vez más. Cuando se les preguntó: “¿qué está usted haciendo?”, el primer albañil replicó: “Coloco ladrillos”. El segundo: “gano 3.30 dólares por hora”. Y el tercero dijo: “¿Yo? Estoy construyendo la catedral más grande del mundo”. Ahora bien, la historia no nos dice lo que les ocurrió a los tres albañiles en años sucesivos. Pero, ¿qué cree usted que les sucedió? Las probabilidades son que los dos primeros hayan permanecido siendo eso: albañiles. Carecían de visión. No sentían respeto por su trabajo. No había nada en ellos que los impulsara hacia el éxito mayor. Pero usted puede apostar todos los centavos que posea a que el albañil que se visualizó a sí mismo construyendo una gran catedral no seguirá siendo un albañil.” – Libro “La Magia de Pensar en Grande”

La clave para ganar y crecer cae en pensar positivamente hacia vos mismo.

Una persona que piensa que su trabajo es importante, recibe signos mentales sobre cómo hacerlo mejor; y un mejor trabajo conduce a más oportunidades, más dinero, más felicidad.

Pensá, ¿Qué haría alguien importante?

Todos los días nos enfrentamos a decisiones que nos pueden llevar por un camino mejor, o por un peor.

Un consejo para estos momentos es hacerte esta pregunta.

Cada vez que te enfrentes a estas situaciones pensá: 

“¿Qué haría una persona importante en mi lugar?”

Toma consejos de las personas correctas

Tomá consejos de las personas correctas.

La gente que te diga que algo no puede hacerse son casi siempre personas infortunadas, o, en el mejor caso, mediocres en cuanto a sus realizaciones.

Desarrolla tu defensa contra aquellos que quieran convencerte de que no podés.

Porque casi siempre, las observaciones hechas en nuestra dirección son una mera proyección del propio sentimiento de fracaso y desaliento de la persona que lo dice.

En general, todo el mundo tiene una opinión. Pero no todos están calificados para darla.

Tu vida es la suma de tus hábitos

Tu vida de hoy es la suma de tus hábitos.

¿Qué tan en forma o fuera de forma estás? Resultado de tus hábitos.

¿Qué tan feliz o infeliz sos? Resultado de tus hábitos. 

¿Qué tan exitoso o fracasado sos? Resultado de tus hábitos.

No podés confiar en estar motivado para hacer cambios positivos en la vida.

Hacé lo siguiente: Escribí un mal hábito que tengas y enumerá las cosas malas que trae con él. Ahora proponete dejarlo, pensando en cómo lo vas a hacer, teniendo en cuenta todas estas cosas malas que trae a tu vida el hecho de seguir haciendo eso.

Ahora, escribí el hábito positivo que te propongas crear. Hacelo un hábito a la vez. También escribí el impacto positivo que va a tener este hábito en tu vida una vez que lo hayas adquirido. Esto te va a dar la motivación para no bajar los brazos.

«Puedo predecir el resultado a largo plazo de su éxito si me muestra sus hábitos diarios». John Maxwell.

Dejá de decir que no tenés tiempo

Si pensás que no tenés tiempo para nada, seguramente te pases el día corriendo de un lugar a otro, estresado. O de una actividad a otra.

Lo peligroso es que cuando decís que no tenés tiempo, en realidad estás diciendo que no tenés vida (pensalo, si no tenés tiempo para hacer las cosas que te gustaría, en realidad no estás viviendo).

Pero en realidad, no es que no tengas tiempo, es que no tenés claras tus prioridades (o no estás siendo suficientemente ordenado con ellas).

Definí bien en claro que es eso que hoy estás diciendo que no tenés tiempo para hacerlo.

– Para iniciar tal proyecto.

– Para estar en pareja.

– Para empezar a cuidarme.

– Para ver a mis amigos seguido.

Proponete empezar con esto a lo que te gustaría dedicarle más tiempo. Empezá chiquito, con menos tiempo al principio, y vas a ver cómo empezás a adaptar mejor tu agenda para hacerlo cada vez en mayor medida.

Dedica un rato a pensar que solo podemos vivir una vez.

Fracasa todo lo que puedas

Si hacemos algo, queremos que salga bien, lógico.

Pero siempre nos vamos a chocar con pequeños “fracasos” en el camino, y eso es lo más nutritivo para nosotros.

No se aprendería nada si todo nos saliera bien.

No dejes que el miedo al fracaso te frene a hacer eso que querés. Fracasar y corregir en el camino es la única forma de progresar en la vida.

Fracasá todo lo que puedas.

No hay fracaso, sólo aprendizaje.

¿Qué es eso que hoy estás dejando de hacer por miedo al fracaso? Hacelo.

No dejes que tu mente te controle

No dejes que tu mente te controle.

“La mente es un instrumento magnífico si se usa correctamente. Utilizada en forma inadecuada, sin embargo, se vuelve muy destructiva. Para decirlo en forma más exacta, no es tanto que usted la utilice inadecuadamente, generalmente usted no la utiliza en absoluto. Ella lo utiliza a usted.” – Libro “El Poder del Ahora”

No ser capaz de dejar de pensar es algo que no nos hace bien. En general, estamos constantemente pensando cosas que ni siquiera queremos pensar. La mente nos va llevando. La mente, para asegurarse el control, busca continuamente cubrir el momento presente con el pasado y el futuro.

Cuántas veces te encontraste a vos mismo pensando un rato sobre algo, casi automáticamente, y cuando te diste cuenta de eso, no sabés ni cómo llegaste a estar pensando eso. Esa es la mente controlandonos.

Nosotros no somos la mente. Esta es simplemente un recurso que tenemos disponible para hacer esas cosas que queremos hacer. Hay que ser conscientes de esto para que la mente no controle nuestras vidas llenando constantemente nuestra cabeza con pensamientos.

Empezá a escuchar la voz de tu cabeza tan seguido como puedas.

Concentrate en el momento presente y vas a poder empezar a tomar control de tu mente.

El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza

“El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro.” – Eckhart Tolle

Cualquier persona que necesite mostrarse superior a los demás, o demostrar que otros son inferiores en algún aspecto, simplemente está mostrando tener algún tipo de inseguridad en su propia persona.

Lección tomada del libro “El Poder del Ahora”.

El conocimiento puesto en acción es poder

“(…) a menos que sea organizado y dirigido con inteligencia por medio de planes de acción prácticos (…) La falta de comprensión de este hecho ha sido una fuente de confusión para millones de personas que creen equivocadamente que “el conocimiento es poder”.” Libro “Piense y Hágase Rico” 

“La persona que deja de estudiar simplemente porque terminó la escuela o la universidad está condenada para siempre a la mediocridad, sin importar cuál sea su vocación.”

El camino del éxito es el camino de la búsqueda continua del conocimiento, siempre y cuando sepamos para qué y cómo aplicarlo.

Para hacer esto, determiná el propósito para el cual querés el conocimiento que estás buscando, y después averiguá cuál es la mejor forma de adquirir ese conocimiento.

Donde hay voluntad, hay una manera

Donde hay voluntad, hay una manera.

Aunque parezca que las cosas van mal.

Aunque no paren de surgir nuevos obstáculos.

Si te esforzás, si luchas por eso que querés, vas a encontrar una forma de salir adelante.

Lo importante es acordarse por qué lo estás haciendo, y que eso te motive a seguir.

Acordate siempre que sos mejor de lo que crees

Acordate regularmente que vos sos mejor de lo que crees serlo.

Las personas a las que les va bien en la vida no son superhombres.

No hay ninguna cosa mística en cuanto al éxito.

Las personas exitosas son por lo general hombres ordinarios que han desarrollado la creencia en ellos mismos y en lo que hacen. 

Nunca te vendas barato.

¿Cómo ser un buen líder?

Cómo ser un buen líder, según Napoleon Hill en el libro “Piense y Hágase Rico”:

Los siguientes son factores importantes del liderazgo:

Ningún seguidor quiere ser dominado por un líder que carezca de auto-confianza y de valor. 

El autocontrol. El hombre que no puede controlarse a sí mismo no podrá controlar a los demás.

Un gran sentido de la justicia. Sin un sentido de la equidad y de la justicia, ningún líder podrá comandar y mantener el respeto de sus seguidores.

Precisión en las decisiones. El hombre que vacila en sus decisiones demuestra que no es seguro de sí mismo, y no podrá guiar a otros exitosamente.

Precisión en los planes. El líder exitoso debe planear su trabajo, y trabajar en su plan.

El hábito de hacer más de lo que le corresponde.

Una personalidad agradable. Ninguna persona desordenada y descuidada puede ser un líder exitoso.

El liderazgo exige respeto.

Simpatía y comprensión. El líder exitoso debe ser compasivo con sus seguidores. Adicionalmente, debe entenderlos a ellos y a sus problemas.

El dominio de los detalles. El liderazgo exitoso exige el dominio de los detalles propios de la posición del líder.

Disposición para asumir toda la responsabilidad. El líder exitoso debe estar dispuesto a asumir la responsabilidad por los errores y las deficiencias de sus seguidores.

Cooperación. El líder exitoso debe entender y aplicar el principio del esfuerzo cooperativo, y ser capaz de inducir a sus seguidores a hacer lo mismo. El liderazgo exige poder, y el poder exige cooperación.

Evitá una personalidad negativa

Evitá una personalidad negativa, ya sea que vos hagas esto o en los demás.

Todos conocemos a esas personas que lo único que hacen es quejarse de las cosas malas que le pasan.

A todos nos pasan cosas buenas y malas, pero este tipo de personas se caracterizan por ver sólo lo malo.

Hay que evitar que estas personas hagan sus descargos sobre nosotros, ya que nos afecta directamente. Esto lo podés hacer dejándoles en claro que si te van a contar algo, no sean quejas constantes de lo malo en su vida. Y si lo siguen haciendo, en el peor de los casos, dejar de escucharlos.

“Hay que ser muy prudente respecto a las personas con las que tratas a menudo. Yo las elijo con prudencia. No quiero pasar mucho tiempo en compañía de ciertas personas. No porque crea que soy mejor que ellas, sino que no quiero ser como ellas. No me creo mejor que nadie, y no creo que nadie sea mejor que yo. Pero te diré una cosa, no quiero vivir la vida que viven algunas personas, y si tú tampoco lo quieres, debes alejarte de ellas.” Libro “El Arte de Vivir”

No pospongas más

Empezar a entrenar.

Arrancar a comer mejor.

Hablar con esa persona.

Empezar tal proyecto.

O lo que sea que tengas que hacer.

No lo pospongas más. Lo único que lográs con eso, es debilitar tu disciplina y tu voluntad.

¿Qué es eso que venís posponiendo y sabés que debes arrancar? 

No busques soluciones mágicas

No busques soluciones mágicas.

Muchas veces, al querer lograr cierto objetivo, buscamos soluciones que nos eviten tener que esforzarnos para lograr eso.

Un ejemplo muy claro es el de las dietas, aunque esto aplica para cualquier área de nuestra vida.

“No comas tal cosa durante un mes para bajar 5 kilos”.

“Comé solo tal cosa durante dos semanas y bajá 3 kilos”.

Quizás funcionan, y lográs eso que querías. Pero te aseguro que al poco tiempo vas a volver a la misma situación en la que estabas antes.

Esto es así porque simplemente nos esforzamos durante un período de tiempo corto, cuando lo que tenemos que lograr (y esto es lo que cuesta), son hábitos permanentes en nuestra forma de hacer las cosas para lograr estos objetivos.

Cambiar nuestros hábitos no es algo fácil, pero el hecho de empezar a ver resultados a partir de nuestro esfuerzo constante es lo más gratificante del mundo, y hace que cada vez se nos haga más fácil hacer esto que al principio nos costaba.

Cultivá tu autodisciplina

La disciplina es la habilidad de darte a vos mismo una orden y acatarla, haciendo lo que sabés que tenés que hacer, sin dejarte llevar por tus propios malos hábitos o presiones externas.

Nunca vas a hacer nada importante si no sos disciplinado. 

Si querés tener una vida más plena, tenés que obligarte a hacer lo que sabés que tenés que hacer y cumplirlo.

¿Por qué buscar cultivar nuestra disciplina?

1- Nos ayuda a consolidar hábitos positivos.

2- Nos ayuda a conseguir nuestros objetivos.

3- Refuerza nuestra autoestima.

4- Te convertís en fuente de inspiración para otros.

No existen las preguntas tontas

No hay preguntas tontas.

Si tenés una pregunta, hacela. Aunque te parezca tonta. No lo es.

Muchas veces dejamos de hacer preguntas porque pensamos que seguramente es algo obvio, algo que ya deberíamos saber.

Toda pregunta es un deseo de entender mejor el mundo, de ampliar nuestra forma de ver las cosas. Y si nos quedamos con nuestras preguntas, esta visión se queda siempre igual.

Además, seguramente haya mucha gente dentro de ese grupo que tenga esa misma duda, y al igual que vos, no se esté animando a hacer la pregunta.

La cantidad de $ que ganas

Extracto tomado del libro “El Arte de Vivir”.

“La Ley de la Compensación dice con toda claridad que la cantidad de dinero que ganas está siempre, en todas partes y en todo momento, en proporción exacta con estos tres puntos: 

(1) lo necesario de lo que haces

(2) tu habilidad para hacerlo y

(3) la dificultad para reemplazarte.

Si lo que haces es necesario y eres una persona difícil de reemplazar debido a tu habilidad, el truco consiste en seguir mejorando.”

Dejá de preocuparte por el que dirán

El miedo al qué dirán es una realidad que se da con mucha frecuencia. Es esa angustia a ser juzgados, a que se hagan determinadas ideas sobre nosotros. Queda claro que todos necesitamos ser aceptados, pero estar pendientes de esto de forma permanente puede condicionar por completo nuestra forma de vida.

Detrás de esto se esconde la falta de autoestima. Siempre podemos sentirnos mejor o peor sobre la opinión que puedan hacerse de nosotros aquellas personas a las que queremos, y que son importantes para nosotros. Sin embargo, nunca debemos perder con ello nuestra libertad, nuestra auténtica esencia.

“El qué dirán” nos obliga a estar atentos para no romper esas normas implícitas de lo que se supone que “está bien”.

Tené en claro estas cosas:

  • El aparentar ser algo que no somos, deja asomar la frustración, y con ella, la baja autoestima.
  • Es imposible caerle bien a todo el mundo.
  • Cada uno de nosotros disponemos de un enfoque de lo que es la vida, y con esos puntos de vista variados y diversos tenemos que aprender a convivir (y cómo si fuera poco, esto hace que la vida sea interesante!)

Hacé siempre lo que te haga sentir bien, lo que te permita ser feliz en las pequeñas y en las grandes decisiones. Porque si vamos perdiendo la voz poco a poco, va a llegar un momento en el que ni siquiera nos escuchemos a nosotros mismos.

Evitá el “chisme”

El “chisme”, comúnmente llamado el pensamiento veneno.

El chisme es una conversación negativa acerca de otras personas, y la persona que lo hace piensa que disfruta de eso.

El pensamiento veneno difiere del veneno del cuerpo en dos aspectos. Afecta la mente, no el cuerpo, y es más sutil.

El pensamiento veneno es sutil porque realiza grandes cosas. Principalmente, nos fuerza a que nos concentremos en cosas poco importantes.

El no querer evitar esto, genera varias cosas:

  • Genera desconfianza en los demás, ya que no saben si hacés lo mismo cuando ellos no están.
  • Generan una imagen negativa de la persona que se está hablando.
  • Perjudica tu autoestima, al necesitar hablar mal de alguien para sentirte “bien” con vos mismo.

Llama a la gente por su nombre

¿Sabías que el nombre de cada persona es la palabra que más le gusta escuchar a la gente? El nombre propio es nuestra seña de identidad.

El hecho de que nos recuerden por nuestro nombre es algo que agradecemos mucho, ya que despierta nuestra empatía para con ese otro de forma inmediata.

¿Pensaste alguna vez la importancia que tiene este gesto?

Este detalle de llamar a las personas por su nombre provoca un efecto psicológico muy gratificante. Nos hace sentir importantes y valorados, establece un puente de confianza y vuelve a las personas más receptivas.

Cómo consejo, te dejo el siguiente:

Hay personas con las que nos cruzamos todo el tiempo, pero de las cuales no sabemos su nombre. Un recepcionista en nuestro trabajo, un profesor del gimnasio, la persona que atiende el quiosco al que vamos siempre, etc.

Todos conocemos a alguien así del que no sabemos su nombre. A partir de ahora, te recomiendo que se lo preguntes, y empieces a llamarlo por su nombre! Esa persona va a estar muy agradecida de que la consideres importante.

Dá más de lo que se espera de vos

Cuento tomado del libro “La Magia de Pensar en Grande”.

“Una tarde de verano estaba viajando en carro a Cincinnati. Tenía tiempo para llenar mi tanque. Me detuve en una gasolinera de aspecto ordinario, pero sorprendentemente atareada.

Cuatro minutos más tarde supe por qué aquella gasolinera era tan popular. Después de llenar mi depósito de gasolina, verificada la tapa y limpio el exterior de mi parabrisas, el operario dio la vuelta hasta mi asiento y me dijo: 

-Perdón, señor. Es un día muy polvoriento. Permítame limpiar el interior de su parabrisas.

Rápida y eficientemente hizo un trabajo completo de limpieza del interior de mi parabrisas, algo que ningún mozo de gasolinera entre cientos hizo antes. Este pequeño servicio especial hizo más que mejorar mi visibilidad nocturna (y la mejoró mucho): me hizo recordar esta estación.

De tal modo sucedió que realicé ocho viajes a Cincinnati durante los tres meses siguientes. Cada vez, desde luego, me detuve en aquella gasolinera. Y cada vez obtuve mayor servicio del que esperaba. Interesante también fue el hecho de que cada vez que me detuve allí (una fue a las cuatro de la mañana) había otros automóviles llenando también. Entre todos probablemente compraron 100 galones de gasolina a aquella estación.

La primera vez que me detuve el mozo pudo haber pensado para sí: “Este tipo es de otro estado. Hay 20 probabilidades contra una de que nunca vuelva. ¿Por qué darle mejor tratamiento del rutinario? Es solamente un cliente de una vez”. Pero los mozos de aquella gasolinera no pensaban así. Ponían el servicio primero y por eso estaban ocupados en bombear gasolina mientras otras estaciones permanecían casi desiertas.

Dé siempre al público más de lo que espera obtener. Toda pequeña cosa extra que usted hace por los demás es una semilla de dinero.”

Vos validás o no lo que te dicen los demás

Cuento – El maestro y el alumno.

Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo:

– “Profesor, lo que más me alegra de haber terminado sus clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida”

El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.

El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:

– “¿Cuando alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?”

El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.

– “¡Por supuesto que no!”, contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.

– “Bueno”, prosiguió el profesor. “Cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.”

– “No entiendo a qué se refiere”, dijo el alumno confundido.

– “Muy sencillo”, replicó el profesor. “Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio, y, si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo. Y yo, mi amigo, en verdad prefiero obsequiarme mi propia serenidad.”

– “Muchacho”, concluyó el profesor en tono gentil, “tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí sí depende lo que yo cargo en el mío.”

Controla tu ansiedad

¿Cuántas veces nos hacemos problema por cosas que creemos que van a pasar y nunca pasan?

¿O creemos que van a salir mal, y después todo se da perfectamente?

Al estar frente a una de estas situaciones, hacete la pregunta, ¿qué es lo peor que puede pasar?

Muy probablemente, nada como para preocuparse tanto.

Aplica la regla de los 6 segundos

Adueñarnos de nuestras emociones en 6 segundos.

Muy seguido nos pasa que nos dejamos llevar por nuestras emociones negativas, y reaccionamos de maneras que después, pensándolo bien, no eran las ideales.

A esto se lo llama a veces “secuestro emocional”, porque en ese momento, literalmente nuestras emociones toman control de nuestras acciones.

¿Qué hacer con nosotros mismos cuando estamos por caer bajo el efecto de un secuestro emocional?

El ciclo de la emoción violenta – respuesta violenta, tarda 6 segundos en desactivarse. Es decir, si dejamos pasar 6 segundos entre que comienza esa emoción y entre que actuamos, va a haber pasado el tiempo suficiente para que no reaccionemos según nuestras emociones, y tomemos una decisión más racional.

Entonces,apenas siento una emoción violenta o muy negativa, hay varias cosas que puedo hacer para no responder impulsivamente.

Lo más común es contar hasta 10 (sólo necesitamos 6, pero más vale asegurarnos). Entonces, antes de pegar un grito, de golpear la puerta, de insultar a alguien, de lastimar verbal y emocionalmente a un ser querido, hagamos esta pausa y contemos hasta 10.

Tenemos una sola vida

Tenemos una sola vida, como para pasar todos nuestros días haciendo algo que no disfrutamos.

La vida es demasiado corta para hacer algo que no te gusta.

Si estás en un trabajo que no disfrutas, empezá a buscar nuevas oportunidades. No se trata de abandonar lo que estés haciendo sin tener un plan, pero sí de tomar acción inmediatamente.

No vas a querer despertarte un día con la amargura de haber desperdiciado años de tu vida haciendo algo que no te llena!

Pensá y escribí estas cosas:

1- ¿Cuál es el estilo de vida que te gustaría llevar? ¿Cómo sería tu rutina diaria?

2- ¿Qué tipo de actividades/negocios/trabajos te darían esa vida?

3- ¿Qué pasos tengo que seguir para llegar a eso?

“Me acordé de todo el tiempo que había pasado luchando para conseguir una cosa que no quería. ¿Por qué había hecho eso? No lograba encontrar una explicación. Quizá porque había tenido pereza para pensar en otros caminos. Quizá por miedo a lo que pudiesen pensar los demás. Quizá porque daba mucho trabajo ser diferente.” – Libro “A orillas del río Piedra me senté y lloré”

Asegurate de tener buenos amigos

Encontrar el secreto de la felicidad es en sí la búsqueda humana más antigua.

La Universidad de Harvard se propuso hace casi ocho décadas encontrar la respuesta y para eso realizó un extenso trabajo a través de 76 años.

Los participantes que revelaron tener una relación cercana con su familia y mejores amigos fueron los que demostraron niveles más altos de salud y felicidad. El trabajo además demostró que poseían una esperanza de vida más larga.

Por otro lado, los participantes que dijeron tener una vida solitaria expusieron niveles más bajos de felicidad y presentaron un mayor riesgo de problemas de salud mental.

Entonces si querés ser más feliz, empezá por algo tan simple cómo lo es pasar tiempo de calidad con amigos y familiares.

Dedicá un rato todos los días a tu desarrollo personal

Dedicá un rato todos los días a tu desarrollo personal. 

El desarrollo personal es invertir en calidad de vida.

Implica invertir tiempo en nosotros mismos. Es nutrirnos en habilidades emocionales, es entender cómo pensamos, cómo decidimos, cómo trabaja nuestro cerebro, es mejorar habilidades y potenciar competencias que no sabíamos que teníamos.

En ocasiones, aún estando muy bien preparados en cuanto a habilidades y competencias profesionales, percibimos que nos falta algo. Carecemos de esa fuerza interior y esas estrategias con las cuales afrontar mejor los problemas cotidianos.

Hacer esto es muy sencillo, y dedicarle aunque sea media hora al día va a mejorar mucho tu vida.

Para empezar, podés hacerlo de muchas maneras. Vas a encontrar mucho contenido en podcasts, en libros. Vas a encontrar material gratuito en youtube, incluso resúmenes de grandes libros.

Te voy a dejar una lista de ellos, que podés leerlos o podés buscar estos videos de los que te hablo:

  • La Magia de Pensar en Grande – David Schwartz
  • Los secretos de la Mente Millonaria – T. Harv Eker
  • La Ley de la Atracción – Michael Losier
  • El poder del Ahora – Eckhart Tolle
  • El Monje que vendió su Ferrari – Robin Sharma

Hacé un buen uso de tus talentos

Extracto del libro “A orillas del río Piedra me senté y lloré”.

“La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. 

El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones…, pero todo es pasajero, y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.

Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ése quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás —porque siempre miramos hacia atrás— oirá que el corazón le dice: «¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos. Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida.» 

Pobre de quien escucha estas palabras. Porque entonces creerá en milagros, pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado.”

Equilibrá mejor tu vida

Para tener una vida plena, debemos cuidar bien de estos 4 ámbitos principales de nuestra vida:

  • Laboral: tu trabajo.
  • Social: tus amistades, pareja y familia.
  • Mental y espiritual: tu desarrollo personal.
  • Física/Salud: tu actividad física, alimentación.

Y vos, ¿estás cuidando de cada uno de estos puntos?

En el caso de no estar haciéndolo, identificá en qué ámbito estás más flojo y dale la importancia que merece!

No culpes a tu “mala suerte”

No culpes a tu “mala suerte”.

Eso es victimizarse para evitar asumir responsabilidades.

En vez de culpar a la suerte, investigá de qué manera podés hacer eso que querés.

Si perdés, aprendé y avanzá. Esta vez con más recursos, por haber aprendido de tus caídas.

Muchas personas van a través de la vida explicando su mediocridad con su “mala suerte”. 

Esta gente se parece a los niños no maduros en busca de simpatía. Sin darse cuenta, malogran el ver oportunidades para crecer más grandes, más fuertes, más confiados en sí mismos.

No te auto desprecies

No te auto desprecies.

“No puedo”.

“Esto no es para mí”.

“Excede mis capacidades”.

“Seguro fracaso”.

Muchas personas dejan de explotar su potencial por decirse estas cosas constantemente.

A veces pensándolo directamente, o muchas veces también de manera inconsciente.

Somos mucho más capaces de lo que esta voz en nuestra cabeza nos dice. Identificá esta creencia negativa que tenés de vos, y cambiala por una que te abra posibilidades!

10 minutos de reflexión diaria

Diez minutos de reflexión diaria sobre tu vida pueden tener un profundo impacto sobre la calidad de la misma.

Pensá en cómo estás viviendo tu día a día, si te gusta lo que hacés, si estás contento con las personas que te rodean.

Podés hacerlo ni bien te levantás, cuando te bañas, mientras cocinas, en un recreo del trabajo. Vos elegí el momento.

Alegrate por el progreso de los demás

La abundancia, el éxito, no es algo que te llega así nomás. La abundancia tiene que ver con la generosidad, con cuánto entregas y aportas (alegrarte por el éxito de alguien también es un acto de generosidad). El universo no entiende que quieras abundancia para vos si no la querés para el resto. Y si no lo entiende, nunca te va a llegar.

Simplemente alegrate y mostra tu alegría a la otra persona. Hacele sentir que de corazón estás contento por lo bien que le está yendo.

Alegrándote conseguís dos cosas. Por un lado recibís el estímulo directo de la alegría: esa emoción tan necesaria en nuestras vidas (solo por esto ya vale la pena que te alegres); por otro le entregás a la otra persona lo que se llama el “refuerzo positivo”.

Alégrate siempre por el éxito de los demás. Siempre.

Si envidiás al otro, solo te hacés una mal a vos mismo, diciéndote subconscientemente que no querés eso para tu vida.

Si te gustaron estas lecciones, ¡podés compartirle esta página a alguien que creas que le puedan gustar también!